Amor de los incendio y de la perfección,
amor entre la gracia y el origen,
como medio cristal y media viña blanca,
como vena furtiva de paloma:
sangre de ciervo antiguo que perfume
las cerraduras de la muerte.
Blanca Andreu, poeta. Española y mística. Vive su Sueño oscuro entre el surrealismo y la Paz. Escribe sobre el amor y la muerte para profundizar en el conocimiento de Dios.
3 comentarios:
Primero, me da mucha alegría que tengas por fin tu blog.Seguramente vamos a leerte mucho y a conocerte más de cerca, por dentro.
Segundo, el amor y la muerte que si no son la misma cosa, encarnan el monstruo del que hablaba Aristófanes en "El banquete". Pienso en cómo sería andar por ahí con un cuerpo y dos cabezas. Durell afirmaba que de eso se trata el matrimonio ya sea con otro mortal o con alguien llamado Dios.
Yo no puedo ser más que una aunque para amar, dijo Platón, con eso basta. La amistad es otra cosa, por eso me repito nuevamente a la obra del principio de este comentario, ¿te acuerdas lo que se dice de la amistad en aquellos diálogos? Ni duda me que cabe de que sí. Entre otras cosas y porque me aceptas, yo también te quiero.
Sí... También me acuerdo de la mujer que fue quien le dijera a Sócrates todo lo que él sabía sobre el amor. Y ese acto es más que eso. Son las mujeres quienes conocen el amor y quizá son ellas las que nos lo enseñan a los hombres. Quizá. ¿Te acuerdas también de nuestras tardes? Esos días adonde no volveremos. No gano nada en recordar el nombre de una mujer sabia o un detalle en una tarde contigo. Lo que importa es quién seremos en adelante... y por eso yo también te quiero.
y SI QUE DICEN MENTIRAS AMIGO, PERO ESA POESÍA QUE LLEGA ADENTRO RE ADENTRO, COMO NOS MUEVE
UN ABRAZO
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